Los accidentes de tráfico son duros para los padres por muchas razones. No sólo las lesiones impiden a muchos ocuparse de las responsabilidades diarias (especialmente cuando una víctima está hospitalizada o inmovilizada durante un periodo de tiempo), sino que los problemas económicos que surgen a raíz de un accidente también son extremadamente duros para quienes tienen hijos que criar. Una forma en que los padres pueden ayudar a sus hijos a asimilar lo que está ocurriendo es hablando con ellos sobre el accidente. Sin embargo, esto también es difícil, especialmente para los que tienen niños pequeños.
Cuando los niños son muy pequeños, a veces es difícil explicarles lo que está pasando y ayudarles a entenderlo. Como padre, debe hacer todo lo posible para proporcionar a su hijo estabilidad emocional, incluso en medio de una crisis como un accidente grave que le ha dejado altos niveles de dolor u otras secuelas. La vida suele cambiar de muchas maneras distintas tras un accidente, tanto si la víctima queda permanentemente inmovilizada como si tiene que tomar medicación que afecta a su personalidad. Tristemente, estos retos son particularmente difíciles de procesar para muchos niños.
Cuando hable de un accidente con su hijo, intente tranquilizarle. Estos accidentes generan mucha incertidumbre y muchos niños tienen serias dudas sobre su vida y el bienestar de sus padres. Por otra parte, infórmese de algunas de las opciones que se le ofrecen si ha sido atropellado por un conductor imprudente. Por ejemplo, si emprende acciones legales y dispone de recursos económicos, esto le ayudará a seguir adelante y beneficiará también a toda su familia; en nuestra página web explicamos con más detalle esta vía.
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