Cuando se habla de accidentes de tráfico y de los factores que contribuyen a ellos, vienen a la mente muchos aspectos de la conducción y de los hábitos del conductor. Van desde el estado de alerta del conductor hasta las distracciones dentro y fuera de su vehículo.
Sin embargo, no muchos abarcan el hecho de que el calzado de un conductor puede tener realmente un impacto sustancial en su seguridad general y en las posibilidades de colisión.
Best Life analiza la impacto del calzado en la seguridad de los conductores. En general, los conductores deben llevar zapatos sensatos, de tacón bajo y puntera cerrada. Por supuesto, tampoco deben ir descalzos en el vehículo, como hacen algunos conductores.
Ir descalzo puede exponer al conductor al riesgo de cortarse, pellizcarse, magullarse o lesionarse el pie de alguna manera, lo que puede distraer al conductor y provocar un accidente. Los pies descalzos también pueden resbalar en los pedales.
Por eso, los zapatos abiertos también suponen un peligro. En concreto, las chanclas provocan un repunte anual de colisiones cada verano, cuando los conductores empiezan a salir a la carretera con más ropa de clima cálido. Estos zapatos se deslizan fácilmente sobre los pedales y se enganchan debajo de ellos, inhibiendo la capacidad del conductor para frenar.
Los tacones altos también plantean un problema similar, ya que el tacón suele quedar encajado entre los pedales o atascado en la alfombra. Esto dificulta al conductor frenar cuando lo necesita.
En la carretera, sólo unos segundos pueden marcar la diferencia entre evitar un accidente o sufrir uno. Por ello, es importante evitar todo lo que pueda poner las probabilidades en contra de una persona.
2500 East Colorado Boulevard
Suite 350 Pasadena, CA 91107
Pasadena Law Office Mapa