Las piscinas y las playas son destinos populares entre los residentes de California para escapar del calor del verano. Sin embargo, un mantenimiento o supervisión deficientes pueden aumentar el riesgo de que se produzcan lesiones o muertes.
Aproximadamente 3.960 personas se ahogan cada año en Estados Unidos. Estos consejos pueden ayudarle a usted o a sus seres queridos a evitar convertirse en una estadística.
Los niños de entre uno y cuatro años son los que corren mayor riesgo de ahogamiento. La mayoría de los ahogamientos infantiles se producen en piscinas. Los hombres adultos representan el 80% de las muertes por ahogamiento debido a las mayores tasas de conductas de riesgo y consumo de alcohol. Los indios americanos y los nativos de Alaska se ahogan el doble que los blancos y los negros se ahogan 1,5 veces más que este grupo.
Una de las formas más eficaces de reducir el riesgo de ahogamiento es asegurarse de que usted y su familia aprenden técnicas básicas de seguridad en el agua tomando clases de natación. Supervise de cerca a los niños cuando naden y asegúrese de que hay un socorrista de guardia. Evite nadar bajo los efectos del alcohol o las drogas. Si no sabe nadar bien, póngase un chaleco salvavidas.
Si se baña en una playa, tenga cuidado con las corrientes de resaca. Las corrientes de resaca pueden aparecer como un espacio de agua más oscura y tranquila entre zonas de aguas bravas y olas rompientes. Si se ve atrapado en una corriente de resaca, no se deje llevar por el pánico ni intente nadar contra la corriente. En lugar de eso, nade fuera de la corriente en una dirección que siga la costa. Pida ayuda si la necesita.
Los operadores de piscinas y otras zonas de baño son responsables de mantener un entorno de baño seguro. Sin embargo, los bañistas también deben responsabilizarse de su seguridad.
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