Los supermercados y la necesidad de seguridad de los consumidores

Mucha gente piensa en un viaje al supermercado en California como algo eficiente y agradable. Lo que muchos pueden no tener en cuenta es la posibilidad de hacerse daño porque el personal no mitigó los peligros.

Los resbalones, tropiezos y caídas pueden tener consecuencias perjudiciales, sobre todo para las personas vulnerables. Por ello, los supermercados deben asumir la responsabilidad de ofrecer un entorno de compra seguro y funcional.

Consecuencias que cambian la vida

Un cliente tropieza con una alfombrilla desgastada y se cae. Lo que podría no parecer una situación grave puede tener consecuencias que cambien su vida. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, lesiones graves Los traumatismos craneoencefálicos y las fracturas óseas se producen en una de cada cinco caídas. Las caídas igualmente bruscas son las causantes de la mayoría de las LCT.

Aunque una caída provoque una lesión relativamente leve, puede causar angustia emocional. Las personas que sufren una lesión inesperada de cualquier tipo pueden desarrollar miedos irracionales, así como ansiedad. A veces, las lesiones relacionadas con caídas pueden afectar a la movilidad, lo que puede afectar a la capacidad de una persona para trabajar y participar en actividades cotidianas.

Responsabilidad proactiva

Los supermercados pueden y deben hacer todo lo que esté en su mano para que sus locales sean seguros y acogedores. Esto incluye un mantenimiento adecuado de las zonas interiores y exteriores. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades sugieren algunas consejos útiles incluidos los siguientes:

• Respuesta inmediata a los vertidos
• Sustitución y alisado de alfombrillas desgastadas o arrugadas
• Eliminación de peligros en las zonas de paso
• Señalización adecuada de los suelos mojados
• Reabastecer el producto con cautela
• Instalación de pasamanos donde sea necesario

Los usuarios también pueden minimizar sus riesgos. Pueden llevar calzado adecuado y prestar atención a su entorno. Si observan un peligro potencial, deben comunicarlo inmediatamente al personal de la tienda. Si una persona sufre una lesión debilitante por la negligencia de un supermercado, puede emprender acciones legales para resarcirse de los daños y perjuicios sufridos.